Adolfo Bardini


Adolfo Bardini fue jefe de de la Dirección General de Alfa con un cargo eminentemente técnico.
Fue Luraghi quien le llamó a Alfa, habiendo apreciado sus cualidades cuando tuvo ocasión de conocerle mientras era Director General de Finmeccanica.
En Alfa, Bardini trabajó junto al otro director general, Igino Alloisio, que se ocupaba de la parte comercial y de los acuerdos internacionales.
Bardini era muy amigo del Ing. Orazio Satta que le transfiere su inmensa cultura automovilística. En los años dificiles de la controversia, la empresa vive momentos difíciles con el secuestro y las heridas sufridas por algunos dirigentes, pero Bardini consigue gestionar y superar aquel triste periodo.

hacia mediados de 1973, el CIPE (Comité Interministerial para la programación Económica) no concede a Alfa Romeo la autorización para completar la linea de chapa y pintura de Arese y el ministro de las Participaciones Estatales, Nino Gullotta solicita transferir la producción de los Alfetta (70.000 unidades) a una nueva fábrica en el área de Avellino. Luraghi lo rechazó y es expulsado el 10 de enero de 1974 mientras los alcaldes asumieron la gestión ordinaria de la empresa en espera de la Asamblea de accionistas que se reuniría el 24 de enero para nombrar al nuevo Consejo.
Alloisio no fue reelegido y abandonó, amargado, la empresa.
Bardini fue confirmado como consejero pero le pusieron al Dr. Enzo Moro con igual grado y responsabilidad. No aceptó el nuevo organigrama y presentó su dimisión.


Elvira Ruocco

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