Apuntes de historia

Años 50: el reinicio y abandono de las carreras


1947
VUELVEN A VENCER LOS ALFA ROMEO EN EL REINICIO DEPUÉS DE LA GUERRA. BIONDETTI ES PRIMERO EN LA MILLE MIGLIA.
LA ESCUADRA COMPUESTA POR VARZI, TROSSI, WIMILLE Y SANESI LLEVA A LAS CARRERAS AL ALFETTA 158 QUE DOMINARÁ LOS GRANDES PREMIOS HASTA FINALES DE 1951
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En Europa la actividad deportiva automovilística se retoma en 1945 con la primera competición de la posguerra disputada en el circuito del Bois de Boulogne.
En 1946, fue creado en Alfa un comité a cargo del cual fue colocado como director técnico al Ing. Orazio Satta, al que llamaban Colombo como responsable del diseño, Nicolis como responsable de experiencia y Guidotti jefe del servicio de pruebas.
Estos hombres debían decidir el tipo de coche que debía competir en el reinicio de las carreras, gestionar el departamento de competición, elegir los pilotos, preparar los motores y los chasis.
Estando inactivo el departamento de experiencia de aviación, a Satta le fue confiada la responsabilidad y el control de los materiales, el ajuste de los grupos mecánicos así como del montaje.
Se decidió hacer "resurgir" los cinco Alfetta 158 que durante las fases iniciales de la guerra fueron escondidos fuera de Milán, completamente montados.
La primera aparición oficial de dos Alfetta 158 confiados a Wimille y Farina, se produce en el de Saint Cloud en Francia el 9 de junio de 1946. A pesar de verse obligados a retirarse por problemas de embrague, entusiasmaron al público y a la prensa.


En el consejo de administración del 13 de enero de 1950, en Alfa se volvió a hablar de carreras. El director general, Antonio Alessio, había dejado presente que la dirección comercial atribuía la bajada de las ventas a la ausencia de participación en las carreras en 1949. A la decisión de no participar en las carreras había contribuido también la muerte de tres famosos pilotos: Varzi, Trossi e Wimille. Incluso los trabajadores de Alfa habían votado una moción para que la orden fuera revocada, pero las férreas normas del presupuesto y las taxativas órdenes de Roma impusieron, para aquel año, el sacrificio.
Dos meses después de la sesión del consejo, el comendador Oreste Peverelli, concesionario de Como, nombrado por Alfa Romeo delegado general de todas las carreras, comunicó la decisión de la casa de volver a la competición junto a las más aguerridas casas automovilísticas nacionales y extranjeras. El coche, protagonista del desafío sería el Alfetta 158, ya famoso antes de la guerra, y posteriormente perfeccionado convertido en 159, participó en todas las carreras importantes y conquistó dos campeonatos del mundo.
Mientras tanto, Alfa estaba consiguiendo avances con los técnicos dirigidos por Orazio Satta, el proyecto del 1900, conscientes de lo importante que era el éxito de este coche para lanzar la industria en los años posteriores a la guerra.
En 1952, Alfa decide sabiamente retirarse de las carreras para concentrarse exclusivamente en el coche en gestación, pasando de la producción artesanal de "clase" a la producción en serie. Portello es renovado, con la inauguración de la primera (parcial) linea de montaje que permitía producir un coche en menos de cien horas de trabajo, mientras que antes necesitaban 240 para sacar un modelo completo.
Las numerosas victorias habían hecho de Alfa Romeo una leyenda, un mito, tenía fieles seguidores en todo el mundo y podía permitirse abandonar la competición. Aquellos fieles seguidores querían el nuevo modelo y el 1900 vestido por los más grandes carroceros italianos, traspasó los confines.

Elvira Ruocco

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