Elvira Ruocco ha dejado Alfa Romeo, pero no el mundo Alfista.
¡Pronto estará aquí con nosotros!


En un espacio que nuestro Sitio le dedicará, nos contará su experiencia profesional y sobre todo humana habiendo pasado muchos años con dirigentes y técnicos entre los cuales se encuentran: Luigi Fusi, Giuseppe Busso, Bruno Bonini, Giovan Battista Guidotti, Guido Moroni, y con la comunidad de apasionados coleccionistas de automóviles Alfa de todo el mundo.
Su actividad en Alfa, empezó en 1972, en la Dirección de Asistencia en la sede de el Portello. En el año 1974, fue trasladada a Arese, como la mayoría de los empleados, y entró en la Dirección de Relaciones Externas y Comunicación donde tuvo la oportunidad de seguir con mucho interés personal y gran pasión, las actividades de la empresa, en el campo de la información y comunicación.
En el mes de noviembre 1984 le encargaron de reordenar la documentación existente en el Centro de Documentación, hoy en día, Archivo Histórico, trabajo que ha realizado con la máxima profesionalidad y competencia hasta llegar ser un insustituible enclave de referencia para todos los apasionados y estudiosos de la Marca y en particular para los coleccionistas de coches de época.
Todos nosotros estamos entusiasmados por esta colaboración y le damos una calurosa bienvenida.

«Queridos amigos,
Permitidme expresar mi gratitud a vuestro Presidente por haberme ofrecido la oportunidad de quedarme aún en el mundo Alfista, un mundo para mi imposible de dejar.
La cosa que más me ha entusiasmado y que me ha empujado aceptar su propuesta, es el hecho que todo lo que Ustedes podrán leer , no será una exclusividad de este Sitio, sino que será accesible a todos los Alfistas del mundo porque los textos serán traducidos en varios idiomas, hasta en japonés.
Por esta decisión estoy muy agradecida a vuestro Presidente, así como a todas las personas que participaran en la traducción de los textos. Hasta pronto, y !buena lectura!
»

Elvira Ruocco (elvira.ruocco@alfasport.net)

 

SALUDOS DE NAVIDAD 2005

Queridos amigos del Club Alfasport,
quiero desearles muchas felicidades para la próxima Navidad con algunas reflexiones sobre mi pasión , que todos Ustedes conocen bien: el coleccionismo de coches.
He leído en una revista, que los apasionados de coches de época están creciendo mucho y esto es un hecho positivo.
Personalmente pienso que el vehiculo de época es una forma de cultura y la colección verdadera es una expresión de inteligencia, porque conservar un coche es como conservar la historia en el tiempo. En el 1909, el Sr.Filippo Tommaso Marinetti escribía: â€Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido de una nueva belleza que es la velocidad. Un coche de carreras con su baúl ornado de gruesos tubos parecidos a serpientes con aliento explosivo... un coche que ruge, que parece correr sobre la metralla, es una victoria mejor que la de Samotracia*...â€.
Esta frase revela lo que parecen haber probado un gran numero automovilistas: un entusiasmo irracional por todo lo que es mecánico, ruidoso, no filtrado.
La monotonía del diseño automovilístico moderno despierta el deseo de coche de época y no es solo cuestión de formas opulentas. Con la electrónica, siempre más presente en los coches modernos, el automovilista se encuentra no para dominar caballos sino a dirigir bites. Y así, cuanto más aumenta la responsabilidad delegada a los innumerables mecanismos electrónicos, tanto más disminuye la importancia del conductor, que se encuentra cada vez mas lejos de su coche. Es por eso que conducir un coche de época tiene algo de aventurero e inmediato al mismo tiempo.
Para la mayoría de los posesores de vehículos de época, el coche representa más un objeto de placer que una inversión de capital. A ellos no les importa que la preciosa olla los transporte de manera eficiente de un lado a otro, se puede decir que para ellos, como los budistas, la verdadera meta es el camino.
Y casi siempre este camino está lleno de dificultades: están apretados en estrechos habitáculos, con los pies calentados por los tubos de escape que están demasiado cerca y maniobran, con afán, gruesos volantes de madera. Aceite quemado, chapas crujientes, piel echada a perder, pero, con todo eso, vale la pena. Por no hablar, también, de la cantidad de horas de trabajo que exigen estos coches. Para mantenerlos eficientes necesitan más paciencia que los coches modernos, a menudo también gastos monetarios más grandes y sobre todo una cierta capacidad para sufrir. Hay quien se apasiona por la mecánica y por eso le gusta tener el coche en la mejor forma. Hay a quien gusta el deporte y desea hacer carreras con un coche que le de placer también a velocidades razonables, sobre todo si son comparadas con las de los coches actuales. La pasión por la marca, se explica, además también, a través las investigaciones históricas. Y así se empieza a coleccionar papeles, revista y libros que hablen del modelo preferido. Todo esto es importante, tanto como poseer un coche.
Un día un amigo Alfista , me mostró con orgullo, sus uñas negras y me dijo†quien quiere su propio coche lo cuida con sus manosâ€. Este apego impresionante es muy bonito y también contagioso. Quien cae victima de esta pasión tiene que resignarse porque es como una enfermedad sin salida y aun más si se trata de Alfa Romeo!

Feliz Navidad y prospero año nuevo.

Elvira Ruocco

(*) La Nike (Victoria) de Samotracia, hoy en día se exhibe en el museo del Louvre, y esta considerada como la mas bella de las esculturas griegas Helenísticas existentes.


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